El tema de la exposición parafrasea el título del muy conocido libro de Engels “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”. En el contexto de una investigación sobre fotografía contemporánea, estos términos resumen algunas de las narrativas más importantes en el quehacer fotográfico actual. Probablemente una gran parte de las connotaciones del concepto de archivo en las prácticas fotográficas contemporáneas, estén relacionadas con dos figuras fundamentales: la Familia y el Estado. Una de las narrativas dominantes en la fotografía contemporánea gira alrededor del tema de la familia.

Pareciera que la familia es un pretexto para abordar desde la fotografía los roces intergeneracionales, y que la fotografía es a su vez un pretexto para dar cuenta de los cambios que ha experimentado el propio concepto de familia, así como sus implicaciones simbólicas. Más allá de los sentimentalismos con que se asume muchas veces la experiencia de la pérdida de los seres queridos, las representaciones de la familia en la fotografía contemporánea suelen poseer un tono grave, cercano al duelo y la nostalgia. Su imaginario está lleno de remembranzas y ausencias, aunque también incluye una revisión crítica, a veces irónica, de los discursos tradicionales sobre la “célula fundamental de la sociedad”, así como de los rituales en que se sostienen esos discursos y las tramas ideológicas que entretejen. El lugar de la fotografía en esos rituales ha sido determinante en su impacto cultural desde el siglo XIX hasta la fecha.

En tanto antología de las representaciones de la familia esta exposición deviene una investigación sobre las representaciones del espacio privado, los hábitos, las relaciones con la propiedad y el Estado, así como los diversos roles sociales, de acuerdo a la clase, el género o la raza.